Hola, apenas noté que de pequeña no quería comer, estaba muy baja de peso, con principios de asma, tenía 7 años y seguía esaando 13 kg, yo era muy quieta, no jugaba porque me hacía daño (me daba tos) . Cuando tenía 16 años comía porque era una forma de integración y aceptación, ecidentemente mi cuerpo cambió, si estaba "flaca" era que comía poco, si comía mucho "gorda", cambie mi cuerpo por los demás, yo me sentía mal físicamente y emocionalmente, intenté hacer dieta keto, me dijeron (familia) que comiera, que me iba a desmayar si no me alimentaba bien, trato de llevar una dieta intuitiva, pero aún tengo en mi mente ciertas reglas de alimentación que debo seguir, quiero sentirme bien comiendo (que es algo que amo y disfruto), sin culpa, sin temor
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Hola Madelin. Gracias por compartir, ¡qué valiosa tu pregunta! Creo que Laura te podrá dar más luces que yo, sin embargo, lo que vea es que siempre han puesto una lupa sobre tu cuerpo y eso te ha hecho generar una relación extraña con él, una relación en la que no lo sientes tuyo y que él va por un lado y tú por otro. Imagina si tu cuerpo pudiera escuchar tus reclamos y los comentarios de tu familia, si pudiera escuchar hasta tus pensamientos ¿qué te diría? ¿Cómo se sentiría? ¿Sería Justo con él? ¿Qué es lo que te pide? ¿Qué necesita de ti? ¿Qué relación quiere tener contigo? Si quieres hacer el ejercicio anterior te recomiendo escribirle una carta y leérsela frente al espejo y luego darle la oportunidad de responderte y así poco a poco comiencen a conversar, otro ejercicio que me gusta mucho es que pegues en tu cuerpo todas las etiquetas que te han puesto y te pares frente al espejo, las veas y observes cómo te sientes, cuales te gustan, cuales no te gustan y comiences a arrancarte las que no quieres más en tu vida y digas en voz alta porqué te quieres quitar esa etiqueta. Callar la voz de los padres no es fácil, habría que hacer un trabajo de cambio de creencias, ellos te han heredados tantas creencias que viven como vives dentro de ti, hay que literalmente bajarles el volumen, entender que ellos son humanos y hablan desde su subjetividad, su juicio y su vivencia y la tuya puede ser completamente diferente, para esto me gusta hacer un ejercicio que le digo el “¿y qué?” Y es que imagines a tus padres frente a ti y les digas las cosas que no aprueban de ti y les digas “¿y qué?” Por ejemplo, “soy flaca ¿y qué?” “Como poco ¿y qué?” “Como menos que ustedes ¿y qué?” Lo puedes probar, lo uso para quienes necesitan individuarse de las opiniones de sus padres. Aquí el trabajo es darte el derecho de ser tú y sentirte orgullosa de eso, darte cuenta que no tienes que ser igual al montón y está bien, que tu cuerpo funciona diferente al de otros y está bien, que tú eres tú. También estaría lindo que pudieras hacer una constelación o un ejercicio con tus padres y familia para devolverles todo lo que es de ellos, “les devuelvo sus miedos” “les devuelvo sus inseguridades” “les des vuelvo sus juicios”, etc Te mando un abrazo Espero que te haya servido de orientación mi mensaje. Ojalá tengas la oportunidad de trabajarlo más a fondo en terapia.